En Pureza de María Madrid apostamos por una formación que acompaña a cada alumno en todas las dimensiones de su crecimiento. Creemos que enseñar a vivir también es parte del aprendizaje, y por eso promovemos experiencias que refuercen su madurez y compromiso personal. Una forma sencilla y valiosa de cultivar estos valores es implicarlos, desde pequeños, en las tareas del hogar y en la vida diaria. Aquí os compartimos algunos ejemplos y orientaciones que pueden ser de ayuda.
Durante la etapa de Infantil (3-5 años): Pequeños gestos, grandes aprendizajes
A esta edad, los niños tienen una enorme disposición a imitar y colaborar. Aunque sus capacidades son limitadas, ya pueden empezar a asumir pequeñas responsabilidades que fomentan su autonomía:
- Recoger sus juguetes.
- Ayudar a poner y quitar la mesa.
- Guardar su ropa sucia en el cesto.
- Regar plantas con ayuda.
El objetivo no es que lo hagan perfecto, sino que se sientan capaces y parte activa del entorno familiar.
Durante la etapa de Primaria: Aprender haciendo
Durante la Primaria, los niños desarrollan habilidades motoras y cognitivas que les permiten asumir tareas más complejas:
- Hacer la cama.
- Preparar su mochila.
- Mantener en orden su espacio de estudio.
- Participar en la cocina (bajo supervisión).
Delegar estas tareas les ayuda a desarrollar la perseverancia, la organización y el sentido del deber.
Durante la etapa de Secundaria (ESO): Mayor independencia, mayor compromiso
En la ESO, los adolescentes pueden y deben asumir responsabilidades que reflejen su creciente madurez:
- Gestionar su tiempo de estudio y ocio. *
- Colaborar activamente en las tareas del hogar (cocinar, limpiar, cuidar hermanos).
- Asumir compromisos fuera de casa: voluntariado, actividades deportivas o artísticas.
Es importante que estas responsabilidades vayan acompañadas de confianza y seguimiento, sin caer en el control excesivo.
Durante Bachillerato: Prepararse para el mundo real
En esta etapa, la responsabilidad se convierte en una preparación directa para la vida adulta:
- Administrar su tiempo y recursos económicos **(asignación mensual, compras).
- Tomar decisiones personales y académicas con criterio.
- Colaborar como modelos de referencia para los más pequeños, en casa y en el colegio.
La clave está en acompañar, motivar y reconocer el esfuerzo, evitando tanto la sobreprotección como la exigencia desmedida.
En conclusión…
Educar en la responsabilidad no es una tarea rápida ni sencilla, pero sí profundamente transformadora. Introducir desde la infancia pequeñas tareas en casa, e ir aumentando progresivamente las responsabilidades, permite a niños y jóvenes crecer en autonomía, autoestima y compromiso con los demás.
En el colegio y en casa, caminamos juntos hacia ese objetivo.
Pureza de María Madrid
*Guía para gestionar el tiempo en la ESO: equilibrio entre estudio y ocio
1. Empezar con una autoevaluación
- Pide al alumno que registre durante 2–3 días en qué invierte su tiempo (clases, deberes, móvil, videojuegos, descanso, etc.).
- Reflexionad juntos sobre cuánto tiempo dedica a cada actividad y si está equilibrado.
2. Crear una rutina semanal
- Establecer horarios fijos para:
- Estudio y deberes.
- Actividades extraescolares.
- Tiempo libre (juego, redes sociales, ocio).
- Descanso y sueño (al menos 8 horas).
- Incluir momentos para imprevistos o repaso.
3. Establecer prioridades diarias
- Enseñar a hacer listas de tareas realistas y priorizar según urgencia e importancia.
- Usar la regla del 80/20: centrarse en el 20% de tareas que generan el 80% de resultados.
4. Dividir el estudio en bloques cortos
- Aplicar la técnica Pomodoro: 25 minutos de concentración + 5 minutos de descanso.
- Evita largas sesiones sin pausas, ya que reducen el rendimiento.
5. Fomentar el ocio saludable
- Equilibrar pantallas con actividades físicas, creativas o sociales.
- Reservar momentos de desconexión total, incluso del móvil.
6. Utilizar herramientas de organización
- Agenda física o digital.
- Aplicaciones como Google Calendar, Trello o Notion para adolescentes.
- Alarmas y recordatorios.
7. Supervisión progresiva
- Al principio, acompañar en la planificación diaria o semanal.
- Poco a poco, ceder autonomía y fomentar la autoevaluación.
8. Reforzar logros y ajustar cuando sea necesario
- Celebrar cuando cumplen objetivos o mejoran su organización.
- Revisar si el plan funciona y hacer ajustes juntos si hace falta.
**Guía para alumnos de Bachillerato: cómo administrar tu tiempo y tu dinero
1. Gestión del tiempo: preparación para la vida adulta
Autonomía con propósito
- Fomentar que planifiquen su semana con antelación, teniendo en cuenta:
- Clases y deberes.
- Estudio para exámenes.
- Actividades personales (deporte, ocio, trabajo si lo tienen).
- Tiempo para descansar.
Técnicas útiles
- Matriz de Eisenhower: distinguir entre lo urgente y lo importante.
- Bloques de tiempo: agrupar tareas similares (ej. repaso de dos materias en una mañana).
- Revisión semanal: dedicar 15 minutos cada domingo para ajustar horarios.
Evitar la procrastinación
- Identificar distracciones frecuentes (móvil, redes).
- Usar apps para limitar el tiempo en pantalla (Forest, Focus To-Do, etc.).
2. Gestión de recursos económicos: las primeras decisiones financieras
Empezar con una asignación mensual
- Acordar una cantidad fija para gastos personales (transporte, meriendas, ocio).
- Establecer reglas claras: qué se incluye y qué no.
Elaborar un presupuesto personal
- Enseñarles a diferenciar:
- Ingresos: asignación mensual, trabajos puntuales, regalos.
- Gastos fijos: transporte, materiales escolares.
- Gastos variables: ocio, ropa.
Fomentar el ahorro
- Proponer metas realistas (ahorrar para un viaje, un libro, una prenda).
- Usar métodos sencillos:
- Regla 50/30/20: 50% gastos básicos, 30% ocio, 20% ahorro.
- Hucha física o apps como Fintonic, Goin o Revolut <18.
Introducir el concepto de valor
- Reflexionar sobre el precio de las cosas y el esfuerzo que implican.
- Comparar productos, buscar ofertas, evitar compras impulsivas.
Errores como oportunidades
- Si se quedan sin dinero antes de fin de mes, usarlo como aprendizaje (no reponer automáticamente).
- Dialogar sobre qué se podría hacer mejor la próxima vez.
Conclusión:
Aprender a organizar el tiempo y a administrar el dinero son habilidades clave para el futuro. Cuanto antes comiencen a practicar con apoyo y seguimiento, mejor preparados estarán para afrontar la vida universitaria, laboral y personal.


